REVISTA SENDEROS
La Revista Senderos nació en el año 1978 (actualmente lleva 26 años ininterrumpidos de publicarse) a la luz del Concilio Vaticano II, con su actitud de franca apertura al mundo y, especialmente, con el equilibrio que intentó restablecer en el reconocimiento del papel activo que le corresponde a todos los bautizados, y ensanchando el sentido práctico del término “iglesia” que exigió un replanteamiento de la responsabilidad eclesial de todos los cristianos (as).
Instalados en lo anterior, la Revista SENDEROS respeta íntegramente la posición superior del Magisterio y le deja y le deja la última palabra en materias de su competencia, caminando dentro de sus directivas, precisamente para preservar aquella identidad eclesial, esa unidad fundamental de fe, sin la cual no hay iglesia ni base firme para el diálogo ecuménico.
A lo largo de la historia de las publicaciones, se han hecho ochenta y siete números. A continuación ofrecemos las temáticas de los últimos de ellos.
Número 75: La locura de la cruz
Número 76: Monseñor Romero
Número 77: Espiritualidad Misionera
Número 78: ¿Opción por los pobres?
Número 79: Semillas del siglo XX
Número 80: Análisis históricos
Número 81: Criterios éticos
Número 82: Juan Pablo II
Número 83: Género, placer y liberación
Número 84: Madurez y Vida Religiosa
Número 85: ¿Adónde va América Latina?
Número 86: ¿Filosofía Política o Religión?
Número 87: Gnosticismo y Cristianismo.
Número 88: Ética y educación
Número 89: Historia, liberación e interculturalidad
Número 90: Cristianismo y sociedad
Dentro de nuestros colaboradores permanentes destaca el generoso aporte de José Ignacio González, José Solís Lucía, José María Vigil, Monseñor Vittorino Girardi, Mons. Viera, entre otros muchos y otras.
La Revista Senderos la conforman:
- Lic.Luis Diego Cascante
- Lic. Victor Manuel Mora Mesén. ofm conv.
- Lic. Rodolfo Robert Esquivel. sch p.
- Lic. Carlos Arias. sj.
- Licda. Soledad Haug. ns sión.
- Lic. Luis Guillermo Coronado.
Así, pues, la tarea de SENDEROS es interior y exterior, escucha la voz de los demás, pero promoviendo activa y conscientemente la reflexión teológica y filosófica –de esta la ética especialmente- en un ambiente comunitario.