HERMANOS(AS) LAICOS:

 

  

Desde sus inicios, nuestra institución tiene abiertas sus puertas no solo a los religiosos y religiosas consagrados, sino también a los laicos que desean realizar sus estudios de Filosofía y Teología, lo que amplía la riqueza principal de la institución: la convivencia de los múltiples carismas de servicio, donde la inter-culturalidad se une a la variedad de vocaciones, aportando a la institución una riqueza difícil de encontrar en cualquier otro centro de estudios y de reflexión: el punto de vista del laicado, que tantos aportes brinda. Así ponemos en práctica lo que ya el Concilio Vaticano II proponía acerca de acercar y facilitar a los laicos el estudio objetivo de la Teología y la Sagrada Escritura y las recomendaciones de los Sínodos y Conferencias Episcopales que se han realizado en Latinoamérica, respecto a involucrar al laicado en la reflexión pastoral.

 

La población laical va desde profesionales que buscan un espacio de reflexión, un espacio en una rama de humanidades, de formación para servir como laicos comprometidos, hasta jóvenes que han optado por consagrarse al estudio de la Teología. En todos persiste el anhelo de conocer la Filosofía y la Teología, no solo para el bien propio sino para poner los conocimientos al servicio del Pueblo de Dios. Algunos hermanos se dedican por entero al estudio y otros tienen sus trabajos, pero todos manifiestan su satisfacción y agrado de pertenecer a una institución que brinda gran sentido de familiaridad y amistad, donde no existen distinciones ni distancias entre laicos y consagrados y donde se percibe un ambiente de mutua colaboración y aprecio.